¡Atención, Bruno!
¡Atención, Bruno! Escuchar historia online
Ya era la milésima nonagésima nonagésima nona vez que la profesora Patricia llamaba la atención de Bruno para que prestara atención a la clase de Geografía.
—Este es un tema difícil. Si no atiendes, no vas a aprender —dijo ella.
A lo lejos, Bruno había escuchado alguna cosa sobre continentes, océanos… pero nada más que eso. Él tenía tanto sueño. Desde los primeros días de clase, el muchachito estaba durmiendo muy tarde y, al día siguiente, tenía mucho sueño. Por la noche se quedaba mirando películas, jugando o haciendo cualquier otra cosa; pésimo hábito que adquirió durante la pandemia.
En las clases virtuales, lograba disfrazarse bien y pasaba desapercibido para la profesora; pero ahora, con clases presenciales, ella se daba cuenta enseguida cuando estaba distraído o durmiéndose. Para empeorar la situación, él no era muy “fanático” de la Geografía.
—Hay gente que no está prestando atención —dijo la profesora, mientras el muchachito miraba, una vez más, por la ventana; aunque en realidad, estaba esforzándose para mantenerse despierto.
A la salida de la clase, Bruno estaba regresando a su casa con una anotación para los padres, y la tarea de estudiar para la prueba de Geografía que iba a ser la siguiente semana.
—¡Hola! Tierra a Bruno, responda… Tierra a Bruno… ¡Ay! Sin señal, otra vez, capitán. Perdimos contacto con nuestro astronauta —dijo Pedro, pasando con otros compañeros a la salida de la escuela.
—Ja. Ja. ¡Qué divertido! —respondió Bruno, dibujando una sonrisa sin gracia.
Los compañeros siguieron su camino riéndose. Él entró en el auto enojado y entregó la libreta de anotaciones a su abuela. Ella lo acompañaba cada tarde mientras sus padres llegaban del trabajo.
—¿Qué es lo que tenemos aquí? —dijo la abuela, mientras extendía la mano para tomar la libreta que el nieto le mostraba. —Huummmm. Aquí dice que tienes problemas de disciplina…
—¿Problemas de disciplina, yo? —preguntó con tono indignado. —¡Claro que no! Yo solo me dormí un poquito en la clase…
—La profesora menciona que no estás muy atento, siempre estás cansado y durmiendo durante toda la clase. También dice que está preocupada porque tienes que estudiar mucho para la prueba de Geografía, ya que tu rendimiento en la clase no ha sido bueno.
La abuela dobló la nota para entregársela a su hijo, el padre de Bruno. Luego, miró fijamente a su nieto.
—Estás durmiendo muy tarde, incluso después de aquella conversación que tuvimos sobre las películas y juegos fuera de horario; ¿verdad?
Bruno bajó la vista.
Doña Celeste no iba a permitir que eso continuara. Cuando llegaron a la casa sirvió rápidamente el almuerzo, después le pidió ayuda a Bruno con la loza y enseguida lo motivó a estudiar Geografía. En ese momento, llegaron del trabajo los padres de Bruno y leyeron la anotación de la profesora. Ellos, también decidieron aumentar la supervisión de las actividades nocturnas del niño. Después de la cena, él estaba en la cama, durmiendo.
Durante los siguientes días, una nueva rutina se instaló en la familia. La abuela motivaba a Bruno para que estudie por las tardes; y los padres constataban que él se fuera temprano a la cama.
Poco a poco, el muchachito fue cambiando el mal hábito y organizando su vida. Así, volvió a tener energías para estudiar y también para jugar. Finalmente, llegó el día de la prueba de Geografía. Bruno no sacó la nota más alta; pero consiguió un 8. Él aprendió que, con disciplina, todo se puede mejorar.
Etiquetas: disciplina, organización, responsabilidad
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